Hoy, 19 de enero, se cumplen 174 años del fallecimiento de José Esteban Echeverría, influyente escritor argentino y pionero del movimiento romántico en América Latina. Nació el 2 de septiembre de 1805 en Buenos Aires, su legado trasciende el ámbito literario, ya que también fue una figura clave en la configuración del pensamiento político nacional.
Como miembro destacado de la Generación del ’37, junto a figuras como Juan Bautista Alberdi, Echeverría formó parte de un grupo de intelectuales que defendían la importancia de construir instituciones políticas sólidas como base para el desarrollo de una Argentina moderna. Su ideología liberal lo llevó a enfatizar la necesidad de ampliar el acceso a la educación, convencido de que esta era un pilar fundamental para la consolidación de la soberanía nacional.
Echeverría introdujo las ideas del Romanticismo en el Río de la Plata, un movimiento que exaltaba la libertad y los sentimientos individuales. Obras como Elvira o La novia del Plata (1832) inauguraron esta corriente literaria en la región, mientras que El matadero (1871) publicado veinte años después de su muerte, se convirtió en una poderosa crítica al autoritarismo y la violencia política de su tiempo, marcando un hito en la literatura social latinoamericana.
En el plano político, su aporte más emblemático fue el Dogma Socialista , un documento que sentó las bases para un proyecto nacional centrado en los valores de libertad, igualdad y progreso. En él, Echeverría planteó que la educación, la democracia y el respeto a los derechos individuales eran elementos indispensables para el desarrollo del país.
Aunque falleció en el exilio en Montevideo el 19 de enero de 1851, su influencia sigue vigente en el presente. Echeverría no sólo dio forma a la literatura argentina, sino que también dejó un modelo de pensamiento comprometido con los ideales de justicia y libertad.