Este 2 de diciembre se conmemora el 37° aniversario del fallecimiento de Luis Federico Leloir, destacado bioquímico argentino y Premio Nobel de Química. Reconocido por su humildad y compromiso con la ciencia, Leloir marcó un hito en la historia de la bioquímica con su descubrimiento del proceso por el cual los organismos transforman los azúcares en energía, un avance que revolucionó el entendimiento de procesos metabólicos esenciales para la vida.

En 1970, este hallazgo permitió un abordaje más profundo de la enfermedad congénita galactosemia, ofreciendo soluciones para pacientes de todo el mundo. El impacto de sus contribuciones científicas trascendió las fronteras argentinas, convirtiéndose en fuente de inspiración para generaciones de investigadores tanto a nivel nacional como internacional.

Luis Federico Leloir integró el equipo de investigaciones liderado por el prestigioso médico Bernardo Houssay, quien también fue galardonado con el Nobel. Su trabajo en el Instituto de Investigaciones Bioquímicas de la Fundación Campomar consolidó a la Argentina como un referente en el ámbito científico global.

Leloir falleció el 2 de diciembre de 1987 en la Ciudad de Buenos Aires a los 81 años. Su legado fue honrado con luto nacional, un reconocimiento que reflejó el profundo respeto y admiración del país hacia su figura. Fue sepultado en el Cementerio de la Recoleta, donde su memoria sigue viva como uno de los pilares de la ciencia argentina.

En este nuevo aniversario de su partida, recordamos no solo sus aportes al conocimiento científico, sino también su ejemplo de dedicación y modestia, valores fundamentales para la construcción de una sociedad más justa y comprometida con el progreso colectivo.