El 1º de diciembre de 1959, doce países, entre ellos Argentina, firmaron en Washington el Tratado Antártico, un acuerdo histórico sin precedentes que estableció el uso exclusivamente pacífico de la Antártida y promovió la cooperación científica en el sexto continente.
El Tratado, que entró en vigor el 23 de junio de 1961, se firmó con el objeto de asegurar la libertad de investigación científica y la promoción de la cooperación internacional con fines científicos en la Antártida, y para garantizar que tuviera usos exclusivamente pacíficos. Los países firmantes fueron Argentina, Australia, Bélgica, Chile, Estados Unidos, Francia, el Reino Unido, Japón, Nueva Zelanda, Noruega, Sudáfrica y la entonces Unión Soviética. Con 56 Estados partes actualmente, el sistema sigue siendo un modelo de diplomacia internacional.
Argentina, como signatario original y parte consultiva desde el inicio del Tratado, ha sido un actor clave en la región. Desde 1904, nuestro país había consolidado su presencia en la Antártida con la instalación de la Base Orcadas, convirtiéndose en uno de los primeros Estados con actividad permanente en el continente blanco. Esta presencia histórica y sostenida fue fundamental para que Argentina tuviera voz activa durante las negociaciones del Tratado Antártico.
Su compromiso se refleja en la implementación de la Política Antártica Nacional, establecida en 1990 por el Decreto N° 2316, que prioriza el fortalecimiento del sistema del Tratado, la conservación de los recursos naturales y la protección ambiental, además de garantizar una presencia científica y logística robusta.
El Programa Antártico Argentino, liderado por la Dirección Nacional del Antártico y el Instituto Antártico Argentino, coordina proyectos de investigación de alto impacto que abarcan glaciología, biología, oceanografía. Este esfuerzo científico se complementa con el vital apoyo logístico de las Fuerzas Armadas, que operan buques como el rompehielos ARA “Almirante Irízar”, esenciales para las expediciones y estudios en un entorno extremo. En el marco del Tratado, Argentina cuenta con 13 bases antárticas, 6 son permanentes (operativas todo el año) y 7 son temporarias (operativas sólo en verano).
En este aniversario, Argentina renueva su liderazgo y dedicación a la Antártida, reafirmando que el continente blanco no solo es un patrimonio común de la humanidad, sino también un espacio que simboliza lo mejor de la cooperación internacional y el respeto mutuo.