Los desafíos que plantean el cambio climático, el incremento poblacional y el impacto de la actividad humana en los ecosistemas fueron los ejes en la Cumbre Global de Bioeconomía, que se llevó a cabo en la ciudad alemana de Berlín, y que contó con representantes de la ciencia argentina.  

Participaron como oradores el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao, y el titular de la Unidad de Coordinación General de ese ministerio, Alejandro Mentaberry.

Barañao disertó en el panel “Colaboración Internacional sobre la Gobernanza en Bioeconomía” en compañía de prestigiosos especialistas, como el exdirector ejecutivo del Programa de Medio Ambiente y subsecretario general de la ONU Klaus Töpfer y el ministro de Ciencia y Tecnología de Tailandia, Suvit Maesincee.

Además, Barañao destacó que la Argentina utilizará la bioeconomía como un generador de ingresos y empleos de alta calidad, para lo que se precisarán reglas en comercio e inversión en este campo.

Por su parte, Mentaberry, junto a funcionarios del Ministerio de Agroindustria, fue uno de los disertantes en el taller “Bioeconomía de las Regiones del Mundo, Europa y América del Norte”, que organizó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Tras la edición inaugural de 2016, donde concurrieron alrededor de 800 personas procedentes de más de 70 países, el gobierno alemán decidió renovar la convocatoria para discutir sobre bioeconomía.

Esta segunda Cumbre se centró en conceptos emergentes y tendencias futuras vinculadas al resguardo de los ecosistemas, acciones específicas en defensa del clima y el desarrollo sustentable, agendas de innovación en bioeconomía, y propuestas de gobernanza mundial.

La Argentina fue invitada al evento luego de haber adoptado una estrategia a nivel nacional que estimula y promueve desarrollos sustentables como vía para el crecimiento socioeconómico.