El jefe de Gabinete de la Nación, Marcos Peña, y el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, anunciaron un preacuerdo con bonistas italianos, que habían quedado fuera de la restructuración de deuda, por el cual la Argentina reconoce solo la tercera parte de los intereses que fijaba una sentencia de pago.
Se trata de un monto de 900 millones de dólares que reclaman 50 mil bonistas, representados por Nicola Stock, y que significa un 15% de la deuda que quedó fuera del acuerdo y el 30% de la que se discute en cortes de los Estados Unidos.
“Vamos avanzando con la línea que nos marcó el Presidente de ir normalizando las relaciones financieras internacionales. Ayer hubo una larga reunión con el mediador Daniel Pollak para cerrar una brecha con los litigantes más duros”, afirmó Prat Gay en una conferencia de prensa que compartió con Peña en Casa de Gobierno, luego de una reunión de Gabinete, encabezada por Mauricio Macri, donde se analizó el tema.
“Vemos que, por primera vez, hay un gobierno en la Argentina que argumenta, que defiende los intereses de la República. Llevamos racionalidad y firmeza para un acuerdo duradero y el mejor posible para que el país vuelva a funcionar”, remarcó el ministro.
Respecto de los bonistas italianos, señaló: “Básicamente reconocemos el capital y un interés prudente que refleje lo que fueron las tasas de los últimos años, que es menos que la sentencia lograda por ese grupo en el CIADI”.
En ese sentido, afirmó que “desde la máxima conducción del país se quiere llegar a un acuerdo lo más rápido posible” con los holdouts, que son “un obstáculo” creado por la gestión anterior y que han impedido avanzar en planes de infraestructura necesarios para el país.
“Vamos a ser duros en la negociación por los intereses. Lo nuestro es razonable y justo”, advirtió respecto del resto de los tenedores que reclaman, incluyendo los que están bajo la órbita del juez neoyorquino Thomas Griesa.
Por último, ratificó la buena voluntad del Gobierno Nacional en la negociación con los holdouts, pero señaló que “hay algunos que quieren cobrar una tasa de interés inaceptable”. “Para lograr un acuerdo hace falta la voluntad de las dos partes”, indicó.