En la última década decenas de plataformas de uso anónimo fueron furor entre los adolescentes y en general permanecieron fuera del radar de los adultos. Casi todas enfrentaron controversias por sus efectos: se trasformaron en un campo fértil para las amenazas y burlas anónimas.
En Argentina más de la mitad de chicos y adolescentes se comunica usando celular y 8 de cada 10 usa Internet. La tecnología atraviesa su vida cotidiana y las redes sociales son la pieza central en su relación con Internet, según un estudio realizado en 2016 por Unicef. Algunas pasan de moda, entonces surjen otras. Voxed, Ask.fm y Sarahah están hoy en la mira por innumerables casos de cyberbullying.
Voxed es una plataforma argentina que funciona sin registro y de forma anónima. Sus mismos creadores establecen en las reglas del sitio que "no se borra casi nada del contenido" y según el diario "La Nación" pueden encontrarse desde chistes y debates políticos hasta imágenes que incitan a la violencia, la pedofilia, el odio racial, sexual o religioso. No es necesario crear un perfil ni identificarse con una imagen para navegar y subir contenido.
Otra de las plataformas más populares entre adolescentes es ASKfm, un sitio de preguntas y respuestas. El 40% de sus usuarios es menor de 18 años y está distribuido en más de 150 países. Los casos de ciberacoso en la plataforma dieron lugar a una petición en Change.org por el cierre del sitio. Más de 140 mil personas firmaron.
Sobre Ask y el cyberbullying, Anthony Smythe de la fundación BeatBullying dijo: "El bullying pasó de ser algo que terminaba en el colegio a algo que está siempre presente... desde el momento en que despertás hasta cuando te vas a dormir". El acoso en las redes se caracteriza por ser continuo, público y mucho más díficil de detener. La respuesta de Ask fue la creación de un centro de seguridad con información para padres, maestros y jóvenes.
"El atractivo de estas aplicaciones es que no requieren identificación del usuario y promocionan un uso indiscriminado de información que no pasa por filtro alguno acerca de su veracidad y su intencionalidad. Detrás de la supuesta «comunicación sincera y directa», puede auspiciarse la puesta en escena de impulsos nocivos sin consecuencias directas y desfavorecer así la construcción de la responsabilidad, componente imprescindible del desarrollo del sujeto hacia la adultez. Rumores infundados y falsas noticias son usados muchas veces para promocionar el bullying entre los menores, y con ello dificultar una de las principales características que se juegan en la adolescencia, la pertenencia a un grupo y la interacción dentro del mismo", aseguró Gabriel Romano, psicólogo y coordinador de Red Argentina de Salud Mental a La Nación en agosto.
Otro ejemplo es "Sarahah", una aplicación desarrollada para que los empleados pudieran dejarle a sus jefes feedback, que se popularizó entre adolescentes por su carácter anónimo. La ONG Common Sense Media la describió como "prefabricada para el cyberbullying". Ante este uso inesperado, tuvieron que agregar funciones como filtros de palabras, bloqueo de cuentas y recomendaciones para que los contenidos sean constructivos.
El escudo del anonimato se extiende a las redes más populares que sí requieren registro. Una búsqueda de los términos "chapes", "escrachos" y "confesiones" arroja decenas de cuentas creadas según colegio que difunden rumores y humillan públicamente a los estudiantes. En ocasiones se los "etiqueta" con un solo objetivo: asegurarse de que lo lean y herirlos.
Este el significado de algunos de los términos más usados:
- Chapes: se comparten fotos de chicas y chicos besándose en fiestas, fotografiados por un tercero. Suelen acompañarse de slut-shaming: se avergüenza a las chicas por sus actos mientras se festeja a los varones.
- Escrachos: se publican imágenes poco favorecedoras enviadas a un círculo íntimo de amigos o tomadas sin aviso para ridiculizar por la apariencia.
- Confesiones: bajo el concepto de "confesión" se envían insultos o se difunden rumores.
- Tapar o no tapar: hace referencia a si el denunciante quiere permanecer anónimo o si prefiere que su foto de perfil se muestre, haciendo público su descargo.
El fenómeno es mundial y parece extenderse a medida que lo hace la conectividad. Una entrada a las redes anónimas es suficiente para encontrar imágenes privadas compartidas con el resto del mundo, difamación, rumores y burlas.
En general los padres son ajenos. Ante un caso de cyberbullying, el 56% de los chicos acude a un amigo en lugar de un mayor. Los adolescentes no están capacitados para lidiar con el tema: el 72% dijo que expresaría su apoyo a través de un emoji, una respuesta débil e ineficaz a la hora de enfrentar un tipo de acoso más intenso, continuo y doloroso que nunca.
P.D. Si sos víctima de cyberbullying o conocés a alguien que lo sea podés asesorarte en http://www.hablemosdetodo.gob.ar