UN MEJOR SISTEMA DE SALUD PARA TODOS
Argentina tiene una larga tradición de salud pública, de la que estamos orgullosos. Invertimos un presupuesto importante en salud, porque todos los argentinos compartimos que es una prioridad de la inversión del Estado. Pero lo gastábamos mal, sin enfocarnos en los que más lo necesitan. Un sistema de salud fracturado, inequitativo y redundante, en el que casi no hay diálogo entre el sistema público, las obras sociales y las empresas de medicina prepaga.
Por eso tomamos cuatro decisiones centrales:
1- Crear la cobertura universal de salud
2- Fortalecer el sistema de salud pública
3- Fortalecer la obra social simplificando procedimientos
4- Ordenar el sistema de salud para que sea más equitativo creando la agencia nacional de evaluación de tecnologías.
El 15% de los aportes para obras sociales de todos los empleados del país va al Fondo Solidario de Redistribución (FSR), que tiene una serie de programas para compensar a las obras sociales con empleados de menores ingresos y financiar tratamientos de alta complejidad, entre otros. Según sus reglas, lo que no se usa de este fondo debe devolverse y repartirse equitativamente entre las obras sociales. Hace 10 años que esto no se hace.
Vamos a redistribuir este saldo de cuatro maneras distintas:
Integraremos el sistema público y los sistemas privados: las prestaciones que los hospitales públicos den a beneficiarios de obras sociales se van a pagar automáticamente
Cobertura Universal de Salud. Todos los argentinos vamos a tener acceso a los servicios de calidad que necesitamos, sin tener que pasar por dificultades financieras para pagarlos. Cada paciente del sistema público tendrá credencial, ficha médica e historia clínica y podrá acceder a los servicios que todos necesitamos, incluyendo descuentos en medicamentos.
PARA COMPLEMENTAR
Enviamos un proyecto de ley con el fin de crear la Agencia Nacional de Evaluación de Tecnologías de Salud. Se encargará de estudiar los medicamentos, productos, técnicas y procedimientos adecuados para atender cada enfermedad, con el objetivo de bajar costos y evitar sobreprecios.
Empieza un proceso histórico para revertir el severo problema de organización de un sistema inequitativo, fracturado y sin diálogo entre sus tres actores: el sistema público, las obras sociales y las prepagas.
